• Mié. Jul 23rd, 2025

La Fuerza del Pueblo, su Congreso Elector Dr. Manuel Aurelio Tavárez Justo y el futuro de la política en República Dominicana

PorROBBY GABRIEL

Jul 22, 2025

Por Valentín Ciriaco Vargas/PRENSALIBRE INDEPENDIENTERD

El futuro de la política no solo está en las ideas, sino en la capacidad de entender cómo las emociones y la mente moldean las decisiones de quienes votan por ellas

El Congreso Elector “Dr. Manuel Aurelio Tavárez Justo” representa más que un evento organizativo dentro del calendario de La Fuerza del Pueblo (FP): encarna un acto de compromiso con el país, con su historia, con sus dolores, sus esperanzas y su porvenir. Como aquel joven de San Juan de la Maguana que, tras perder su cosecha por las inundaciones, encontró en la FP no un discurso, sino manos que lo ayudaron a reconstruir su casa… La política como acto, no como promesa.

Las nuevas autoridades elegidas deberán comprender que la política no se define únicamente por la razón ni por el cálculo estratégico. Es, antes que todo, un acto de conexión humana. Cada voto depositado es reflejo de una emoción, una ilusión, un recuerdo, una herida o una esperanza. Inspirar, conectar y comunicar desde el corazón constituye la vía más profunda hacia un cambio auténtico y duradero.

El poder real no reside en los cargos ni en las estructuras, sino en las personas que las impulsan. Así lo dejó planteado el reciente Congreso Dr. Franklin Almeida Rancier, al sentar las bases para un partido más transparente, participativo y moderno. Que la credencial del militante no sea solo un plástico, sino un recordatorio: *“Tú eres la herencia viva de Tavárez Justo”*.

Hoy, La Fuerza del Pueblo se encuentra en una encrucijada histórica. La celebración de su Primer Congreso Elector, bajo el nombre de Manolo Tavárez Justo —símbolo de lucha, ética y dignidad—, marca una oportunidad crucial para definir el rumbo del partido en los próximos años. No se trata de una simple elección interna, sino de la posibilidad de renovar liderazgos, fortalecer la cohesión y sellar un nuevo pacto de solidaridad con el pueblo dominicano. Para la Fuerza del Pueblo este Congreso deberá constituirse en su trinchera ideológica: donde no se reparten cargos, más bien se forjan las armas de la transformación: educación, ética y organización.

El Congreso Elector, Manuel Aurelio Tavárez Justo, debe transmitir un mensaje firme al país: la política puede y debe ser un instrumento de esperanza, de justicia y de transformación. Para ello, las nuevas autoridades deberán asumir con valentía una agenda estratégica y humana, que contemple las siguientes prioridades:

1. Comunicación clara del propósito y de los logros alcanzados

Portavoces capaces de traducir normas en sueños colectivos. Cada reglamento aprobado y cada decisión tomada deben leerse como pasos firmes hacia un futuro en el que el pueblo ocupe el centro del proceso.

2. Reconocimiento y visibilidad de los miembros activos

Quien entrega tiempo y esfuerzo merece ser reconocido. Un gesto de gratitud tiene el poder de inspirar a muchos más. Honrar el compromiso militante fortalece la identidad del partido.

3. Capacitación continua y acompañamiento

Las organizaciones sólidas se construyen sobre la base del conocimiento. Formación política, emocional y técnica permite transformar el miedo en confianza y la duda en acción.

4. Fortalecimiento del sentido de comunidad

La unidad no es un discurso, es una práctica diaria. Cuando la membresía marcha unida, ningún desafío es invencible. Las nuevas autoridades deberán actuar como tejedoras de puentes y no como gestoras de muros. Derrotando juntos los verdaderos enemigos: el desencanto, el individualismo, el oportunismo, el clientelismo, el burocratismo y la política de espectáculo.

5. Establecimiento de metas claras y alcanzables

Cada pequeño logro debe valorarse como una victoria colectiva. Celebrar los avances, por mínimos que parezcan, alimenta la fe en el proceso y en la visión compartida.

6. Fomento de la participación desde la base

Toda voz importa. Escuchar genuinamente es reconocer el poder que reside en la diversidad de opiniones. La democracia interna se nutre del respeto y del diálogo.

7. Generación de incentivos para la participación activa

Un gesto simbólico, una palabra de aliento o una nueva responsabilidad pueden marcar la diferencia. La motivación nace del reconocimiento y de la posibilidad de crecer.

8. Difusión de testimonios inspiradores

Las historias de vida que emergen desde el pueblo son el alma del proyecto. Testimonios de lucha y superación deben convertirse en faro que oriente a nuevas generaciones.

El Congreso Manolo Tavárez Justo no debe entenderse como un evento protocolar, sino como un compromiso con la historia, con la sangre derramada, con los ideales que aún arden en el alma colectiva. Esta es una oportunidad para demostrar que la política puede ser ética, sensible y transformadora.

Las nuevas autoridades tendrán el deber de liderar con la humildad del que sirve, con la firmeza del que sueña y con la claridad del que sabe hacia dónde va. El porvenir no se construye únicamente con discursos, sino con gestos que unan, con acciones que inspiren y con decisiones que pongan al pueblo en el centro de toda estrategia.

La Fuerza del Pueblo no debe aspirar a ser una estructura más en el escenario político. Tiene que ser el eco de una nación que clama por justicia, equidad y desarrollo. La voz de quienes todavía creen, contra toda desesperanza, que un mejor país no solo es posible, sino inminente.

«Como advirtió Maquiavelo: *‘El que no comprende el corazón de los hombres, jamás dominará el arte del poder’. Visto lo anterior, «no se puede pasar toda una vida en política sin entenderla: la política se comprende, no se aprende… Y hoy la Fuerza del Pueblo tiene la oportunidad de escribir esa comprensión no en libros, sino en calles».

Por Profesor Valentín Ciriaco Vargas

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