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El problema no es la sábana, es el cuerpo enfermo

PorROBBY GABRIEL

Nov 25, 2025

Francisco Luciano/PRENSALIBREINDEPENDIENTERD

SANTO DOMINGO: Ayer, el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), José Ignacio Paliza, salió al frente para hablar del narcotráfico que toca a su organización. Lo hizo con la urgencia de quien siente que viene una ola grande. Pero en vez de asumir responsabilidad colectiva y anunciar medidas drásticas internas, optó por el conocido guion de la victimización, la relativización y la búsqueda de culpables externos.

Dijo el señor Paliza que hay que reformar la Ley 155-17 contra el Lavado de Activos para incluir a los partidos como “sujetos obligados”. Con eso pretende hacernos creer que el origen del mal está en la ausencia de una norma específica y no en la permisividad, la complicidad o la negligencia interna de su propia organización. Es como si un hospital con brote nosocomial dijera que la solución es cambiar la ley de higiene hospitalaria en vez de reconocer que no se esterilizan los instrumentos.

Porque la Ley 155-17 ya prohíbe operaciones en efectivo por encima de RD$1 millón (equivalente a unos US$15,000 al cambio actual). Ya obliga a bancos, casas de cambio, casinos y concesionarios de vehículos a reportar transacciones sospechosas. ¿De verdad el PRM necesitaba una línea adicional que dijera “los partidos también” para darse cuenta de que recibir maletines de dinero en efectivo de personas sin trazabilidad económica conocida es, cuando menos, una imprudencia criminal?

Lo más grave vino después. Con una mezcla de arrogancia y amnesia selectiva, el señor Paliza pidió confianza porque “no todos somos iguales” y aseguró que su partido “ha expulsado a los narcos”. Olvidó mencionar nombres, fechas de expulsión y, sobre todo, un dato irrefutable: en la historia política dominicana reciente ningún partido, ha tenido una cantidad siquiera remotamente comparable de dirigentes de primer, segundo y tercer nivel extraditados o solicitados en extradición por narcotráfico como sí ha ocurrido con el PRM desde 2020.

Recordemos algunos nombres públicos (hasta noviembre 2025):

-Yomelky Tabaru (Yomel El Meloso), regidor electo por Santo Domingo Norte
-Faustino Rosario, ex-diputado y alto dirigente en La Romana

  • Sergio Gómez Díaz (a) “Socio”, ex-candidato a alcalde por Las Galeras, Samaná
  • José Aníbal González Luna, ex-director de Comunidad Digna
  • Juan Maldonado Castro (a) “El Gordo”, ex-diputado por Santiago
  • Reynaldo Santos de los Santos (a) “Carpintero”), ex-regidor y alto dirigente en San Juan
  • Miguel Gutiérrez Díaz, ex-diputado (condenado en EE.UU. a 15 años)
  • Otros casos en proceso de extradición que involucran financistas y operadores políticos del Gran Santo Domingo y el Cibao

Ningún otro partido ostenta ese récord. Ni siquiera en los partidos que han gobernado varios periodos consecutivos se vio algo parecido. Por eso cuando el señor Paliza dice “no todos somos iguales” tiene razón… pero no en el sentido que él trata de insinuarse.

Culpar a “los que vinieron de otros partidos” es otro recurso fácil. Primero, porque muchos de los señalados llevaban años en el PRM antes de ser solicitados; segundo, porque quien recibe a un presunto narco con los brazos abiertos y le da candidaturas o cargos de dirección pasa automáticamente a ser cómplice político, aunque no toque un gramo de droga.

Señor Paliza: el narcotráfico no “permeó” al PRM porque alguien se lo trajo de afuera como un virus. Permeo porque en algún momento se bajó la guardia moral, se priorizó la maquinaria electoral sobre la calidad humana y se confundió lealtad con impunidad.

A la militancia honesta del PRM, a los cientos de miles de perremeístas que sí creen en los valores de Peña Gómez y en la lucha contra la corrupción:

¡ Exijan una auditoría forense externa e independiente de todos los aportes de campaña de 2019-2020 y 2023-2024!
¡Exijan que se publiquen los nombres y fechas exactas de todos los expulsados por vínculos con el narcotráfico desde 2020 hasta hoy!
¡Exijan un código ético vinculante que impida inscribir a cualquier persona con expediente abierto por lavado o narcotráfico, venga de donde venga!
¡Exijan que el Comité Ejecutivo Nacional rinda cuentas públicas trimestrales sobre medidas de prevención y depuración!

Si el PRM no hace esto ya, si sigue en la negación y la victimización, no habrá ley que lo salve: el partido terminará convertido en la mayor franquicia política del crimen organizado en América Latina.

La fiebre no está en la sábana, señor Paliza. Está en el cuerpo. Y la única forma de bajarla es con cirugía mayor, transparencia radical y liderazgo moral. Todo lo demás es seguir bailando con el diablo mientras se le dice a la sociedad que el problema es el salón.

República Dominicana merece partidos limpios. Y el PRM todavía está a tiempo de salvarse… pero el reloj corre.

Los lideres de los demás partidos deben aprender de la lección que ofrece el PRM y con un cedazo fino colar a quienes se les acercan, evitando el dinero fácil y privilegiando la preparación y la buena conducta pública al realizar la presentación de candidaturas . Ganar elecciones a cualquier precio puede resultar catastrófico como en el caso que nos ocupa.

El autor es docente universitario y dirigente político.

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