España: No es la primera vez que ocurre una tragedia en la zona del río Segre en Camarasa, al noreste de España, donde el lunes 21 de julio fallecieron ahogados dos jóvenes de origen dominicano, de 22 y 24 años.
Autoridades locales y servicios de emergencia insisten en que el punto donde fueron arrastrados por la corriente estaba señalizado como peligroso desde hace años, debido a la presencia de un remolino conocido por su fuerza letal.
El jefe de intervención de los Bomberos de la Generalitat, Jordi Martínez, confirmó a medios locales que el área cuenta con advertencias visibles y medidas preventivas, como carteles y cuerdas, y que cada verano se refuerzan con boyas que delimitan el espacio seguro.
Sostuvo que es un lugar donde cada año se producen accidentes. El remolino tiene fuerza suficiente para atrapar a una persona y dejarla bajo el agua. «Es muy fácil que se te lleve hacia abajo y te acabe engulliendo», dijo.
De su lado, la alcaldesa de Camarasa, Elisabet Lizaso, también recordó que, aunque el baño está permitido en el río, la parte peligrosa está claramente delimitada y señalizada.
«Hace años que tenemos señalización y ponemos un sistema de boyas para que quede visible qué espacio es el seguro y en cuál hay más peligro», ha apuntado.
Por otro lado, añadió que el río baja con un caudal muy potente por las lluvias y eso hace que sea más peligroso. «Pensamos que un medio natural como un río que está totalmente vivo, nos confiamos y hay accidentes lamentables».
Confirmó que son muchas las personas que han perdido la vida en este punto. En tal sentido, instó a «extremar la prudencia» porque este remolino está «advertido y señalizado.
Dos jóvenes dieron la voz de alarma y fueron rescatados
El aviso a los servicios de emergencia llegó a las 20:39 del lunes de que personas habían entrado en el agua en la zona de baño de Camarasa y dos de ellas habían desaparecido.
Los bomberos lograron rescatar a dos jóvenes que se habían tirado al agua para rescatar a los dos desaparecidos, pero quedaron atrapados en la orilla derecha del río.
Afortunadamente, no sufrieron heridas de gravedad. Según los primeros testimonios, intentaron socorrer a sus compañeros cuando los vieron hundirse, pero el remolino los obligó a retirarse.
Un amplio dispositivo de rescate durante la noche y la mañana
La respuesta de emergencia movilizó a más de 30 efectivos con 18 dotaciones, incluyendo unidades terrestres, dos barcas con buzos del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE), drones, un helicóptero y personal médico del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Durante la noche se trabajó sin descanso, pero sin resultados.
Fue en la mañana del martes cuando uno de los drones detectó el primer cuerpo a unos 80 metros del punto de desaparición.
Poco después, una embarcación con buzos localizó el segundo cadáver cerca del puente de piedra. Ambos cuerpos fueron asegurados por los bomberos y extraídos por los submarinistas de los Mossos d´Esquadra, que también se hicieron cargo de las diligencias judiciales.
Un punto negro del Segre con antecedentes
Según los Bomberos, el remolino en esa zona actúa como una trampa natural. Las corrientes pueden succionar a los bañistas y mantener los cuerpos sumergidos durante horas, dificultando el rescate.
Martínez explicó que los cadáveres emergieron brevemente tras el ahogamiento y luego volvieron a hundirse, quedando a dos metros de profundidad y desplazándose lentamente bajo el agua.
Las autoridades reiteran que este tipo de accidentes son evitables si se respetan las señalizaciones y se extreman las precauciones en zonas fluviales con antecedentes. A pesar de los esfuerzos preventivos, como las boyas y los carteles, los incidentes se repiten cada verano