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Cuando EE.UU. tiembla, RD se sacude: ¿qué tanto afectan los aranceles de Trump al país?

PorROBBY GABRIEL

May 3, 2025

La dependencia de la economía dominicana de Estados Unidos, es elevada; turismo, remesas, exportación e importación dependen en primer lugar de ese país.

SANTO DOMINGO:La economía de República Dominicana mantiene una fuerte dependencia de Estados Unidos, su principal socio comercial y fuente de inversión extranjera directa (IED). Desde las exportaciones y el turismo hasta las remesas y el impacto del Tratado de Libre Comercio DR-Cafta, la relación entre ambos países es trascendental para la estabilidad y el crecimiento del país caribeño.

Sin embargo, esta relación también conlleva vulnerabilidades. Cualquier cambio en la política económica estadounidense, una crisis en su mercado laboral o medidas proteccionistas pueden impactar de manera significativa a República Dominicana.

Exportaciones: el motor de la relación comercial

Estados Unidos es el destino de más del 50 % de las exportaciones dominicanas, consolidándose como el mercado más importante para la producción local. Entre los principales productos exportados se encuentran: dispositivos médicos y farmacéuticos, productos agroindustriales (cacao, banano, tabaco, azúcar), minerales (oro y ferroníquel) y textiles y manufacturas.

Según la Dirección General de Aduanas (DGA), en 2024 las exportaciones totales ascendieron a 12,925.06 millones de dólares, un aumento del 8.27 % respecto a 2023. De este total, el 66.59 % provino de zonas francas y el 30.92 % del régimen nacional.

De acuerdo con el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana), las exportaciones hacia Estados Unidos representaron 6,914.5 millones de dólares, es decir, el 53.50 % del total exportado en 2024.

Si bien ese crecimiento es positivo, también evidencia la alta dependencia de la demanda estadounidense. Cualquier cambio en las regulaciones comerciales o una desaceleración en la economía de EE. UU. podría afectar de inmediato la industria exportadora dominicana.

El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) Antonio Ciriaco Cruz, dijo a medios Panorama que la economía dominicana, comercialmente, está casi integrada a la economía de los Estados Unidos. Ambas economías tienen un ciclo económico común.

“Por cada 1 % de crecimiento de la economía de EE. UU., la economía dominicana crece 1.75 %. Para que se tenga una idea: la economía de los EE. UU. creció 2.8 % en 2024 y la economía dominicana lo hizo en 5.0 % (1.75 × 2.8). Eso significa que lo que ocurre en los EE. UU. afecta el ciclo económico de la economía dominicana”, destacó el economista.

Importaciones: la otra cara de la moneda

Además de ser un destino clave para las exportaciones dominicanas, Estados Unidos es la principal fuente de importaciones, abasteciendo al país con productos esenciales como: petróleo y combustibles, alimentos y productos de consumo masivo, vehículos y maquinaria industrial, tecnología y equipos electrónicos.

Las importaciones totales en 2024 ascendieron a 30,216.57 millones de dólares, un crecimiento del 4.04 % respecto al año anterior. De este monto, el 33.73 % provino de Estados Unidos, seguido por China con un 18.75 %.

Esta alta dependencia de bienes importados implica vulnerabilidades ante fluctuaciones en los precios del petróleo, inflación en EE. UU. o variaciones en la tasa de cambio del dólar.

Remesas: soporte fundamental para millones de familias

Las remesas enviadas por la diáspora dominicana en Estados Unidos representan una de las principales fuentes de divisas para el país. En 2024, las remesas alcanzaron 10,756 millones de dólares, un aumento del 5.9 % respecto al año anterior.

El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) atribuye este crecimiento a la estabilidad del mercado laboral en EE. UU., donde el desempleo se ha mantenido alrededor del 4.0 %, y a la expansión del sector servicios, donde trabaja una gran parte de la diáspora dominicana.

Para 2025, se proyecta que las remesas alcancen los 11,000 millones de dólares, consolidándose como un factor clave para el consumo interno y la estabilidad económica del país. No obstante, este flujo de dinero sigue siendo altamente dependiente de la situación económica y política en EE. UU., lo que representa un riesgo en caso de una recesión o cambios en las políticas migratorias.

Para el economista Rafael Espinal, la República Dominicana mantiene un vínculo económico, social y político estrecho e indisoluble con Estados Unidos. En el ámbito económico, las exportaciones, el turismo y la inversión extranjera dependen en gran medida del mercado estadounidense. Incluso la política monetaria del Banco Central dominicano está influenciada por las decisiones de la Reserva Federal de EE.UU., lo que evidencia la interconexión entre ambas economías.

La estabilidad del dólar y del sector financiero dominicano están directamente vinculadas a la política monetaria estadounidense, por lo que cualquier desestabilización en la economía de EE.UU. impacta de manera inmediata y significativa a República Dominicana, destaca Espinal.

Turismo: la mayor fuente de divisas

Estados Unidos es el principal país de origen de turistas que visitan República Dominicana, representando más del 40 % del total de visitantes. En 2024, el país alcanzó un récord histórico de 11.19 millones de visitantes, incluyendo 8.53 millones de turistas vía aérea y 2.65 millones de cruceristas.

El turismo genera miles de empleos y aporta divisas esenciales a la economía. Sin embargo, su alta dependencia de Estados Unidos lo hace vulnerable a crisis económicas, restricciones de viaje o cambios en las preferencias del consumidor estadounidense.

Inversión extranjera: ¿oportunidad o dependencia?

Las empresas de capital estadounidense dominan sectores estratégicos en República Dominicana, especialmente en zonas francas, energía, turismo e industria. Según ProDominicana, Estados Unidos lidera la inversión extranjera directa (IED) en el país con cerca del 25 % del total, superando a otros países como el Reino Unido (6.2 %), China (6.0 %) y Canadá (4.5 %).

En 2024, la IED alcanzó un récord de 4,512 millones de dólares, y para 2025 se proyecta que supere los 4,700 millones de dólares. Si bien esta inversión impulsa el crecimiento y el empleo, también refuerza la dependencia del país de decisiones corporativas extranjeras y políticas comerciales de EE. UU.

El impacto del DR-Cafta y el riesgo del proteccionismo

El Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DRCafta) ha fortalecido el comercio bilateral desde su entrada en vigor en 2007. Sin embargo, también ha expuesto a la industria local a una mayor competencia de productos estadounidenses, afectando a sectores como la agroindustria.

A esto se suman nuevas políticas proteccionistas de la administración de Donald Trump. Entre las más recientes se incluyen: un arancel del 25 % a los vehículos fabricados en el extranjero (desde abril de 2025), lo que podría encarecer las importaciones de automóviles.

También, un arancel del 10 % a las importaciones de China, Canadá y México (desde marzo de 2025), lo que podría generar represalias y afectar el comercio global, y las restricciones a la exportación de petróleo venezolano y aranceles a los países que lo compren, lo que podría impactar los costos de energía en República Dominicana.

Estas medidas generan incertidumbre en los mercados y podrían afectar la estabilidad económica tanto en EE. UU. como en República Dominicana.

El economista Antonio Ciriaco destaca que la política del presidente Donald Trump de establecer «aranceles» a determinados socios comerciales ha provocado no sólo incertidumbre en los mercados internacionales, sino también amenazas de posibles incrementos de precios en los EE. UU. y un fortalecimiento del dólar como moneda internacional de referencia.

“Por esa situación, la posible reacción de la Reserva Federal de los EE. UU. es incrementar su tasa de política monetaria. Es evidente, que la reacción del Banco Central Dominicano será de incrementar su tasa de política monetaria, provocando incrementos en las tasas de interés del mercado para evitar salida de capitales y evitar presiones en la tasa de cambio”, precisa Ciriaco Cruz.

Ante ese panorama, el decano de FCES apunta que los incrementos en la tasa de interés del mercado, provocará menos inversión y consumo privado, y también una ralentización del crecimiento económico. En definitiva, “la economía dominicana se enfrenta a riesgos peligrosos que podrían provocar un menor crecimiento de la economía este año 2025 debido a choques externos que no controla”.

El desafío de diversificar la economía

La relación económica entre República Dominicana y Estados Unidos es fuerte, pero con una vulnerabilidad asimétrica para el país caribeño. Si EE. UU. entrará en una crisis económica, República Dominicana se vería gravemente afectada en sectores clave como exportaciones, inversión extranjera, turismo y remesas.

Para reducir esta dependencia, República Dominicana debe seguir diversificando sus mercados de exportación, fortaleciendo relaciones con Europa, América Latina y Asia. Asimismo, continuar fomentando la producción local, reduciendo la dependencia de importaciones esenciales. Además, debe impulsar sectores estratégicos como la tecnología y la industria manufacturera de alto valor agregado.

Solo a través de una estrategia económica bien estructurada, República Dominicana podrá asegurar un crecimiento sostenible y menos expuesto a factores externos.

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