«No me había dado cuenta de lo enfermo que estaba”, dijo el vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, sobre su encuentro con el papa Francisco antes de morir.
WASHINTON: El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, aseguró este miércoles que fue “bastante loco” haber visto al papa Francisco el Domingo de Pascua, pocas horas antes de que falleciera.
Obviamente cuando lo vi no sabía que le quedaban menos de 24 horas en la Tierra”, expresó el político desde la India, al calificar el momento como “una gran bendición”.
El breve saludo se produjo a las 11:30 de la mañana en la residencia de Santa Marta, durante los actos del Domingo de Resurrección. El pontífice murió al día siguiente, el lunes a las 7:35 horas.
Vance, que se encontraba de visita oficial en Asia, se convirtió así en el último alto cargo extranjero en ver con vida al papa.
“He pensado mucho en eso”, dijo. “Sabía que estaba muy enfermo. No me había dado cuenta de lo enfermo que estaba”, añadió ante periodistas antes de abordar su vuelo de regreso a Washington.
Cuestionado por las diferencias entre el Vaticano y la administración Trump —particularmente por las críticas del pontífice a la política migratoria de línea dura—, el vicepresidente estadounidense optó por no polemizar.
“Soy consciente de que tuvo algunos desacuerdos con algunas políticas de nuestra Administración. También coincidió mucho con algunas de ellas. No voy a manchar su legado hablando de política”, sostuvo. “Creo que fue un gran pastor cristiano, y así es como elijo recordar al Santo Padre”, añadió.