El Ejecutivo estadounidense retornó a Ábrego García el 6 de junio, pero lo acusó de cargos federales de tráfico de personas que surgieron tras un encuentro del inmigrante con policías en Tennessee en 2022, cuando viajaba con varios presuntos indocumentados, según detalla el documento judicial.
ESTADOS UNIDOS: El ciudadano salvadoreño Kilmar Ábrego García, de 29 años, se declaró no culpable este viernes de cargos federales por tráfico de personas, durante una audiencia en un tribunal de distrito en Nashville, Tennessee, según informaron medios locales.
Ábrego fue deportado a El Salvador en marzo de 2025 por decisión de la administración del presidente Donald Trump, en el marco de su política de deportaciones aceleradas. Sin embargo, su salida del país fue posteriormente reconocida por el Departamento de Justicia como un «error administrativo», ya que desde 2019 una corte había bloqueado legalmente su deportación.
Tras casi tres meses detenido en El Salvador, parte de ese tiempo en una prisión de máxima seguridad, Ábrego fue retornado a Estados Unidos el 6 de junio en cumplimiento de una orden judicial emitida por la Corte Suprema estadounidense, que exigía facilitar su regreso.
A su llegada fue arrestado por autoridades federales, acusado de estar vinculado a una red de tráfico de migrantes operativa en Estados Unidos entre 2016 y 2025.
Caso del salvadoreño, ejemplo de los conflictos de las políticas migratorias
La fiscal general interina, Pam Bondi, aseguró que Ábrego enfrenta cargos por presuntamente facilitar el traslado ilegal de personas, incluyendo menores y mujeres, aunque no se ha emitido una sentencia en su contra. También lo asoció con redes que estarían involucradas en tragedias migratorias previas, como la muerte de más de 50 personas en un camión volcado en México en 2021, acusaciones que deberán ser debatidas en el proceso judicial.
Ábrego, quien residía en Maryland y está casado con una ciudadana estadounidense, ha sido señalado anteriormente por supuestos vínculos con pandillas como la MS-13, aunque no existen condenas penales en su contra por este motivo. Su defensa ha negado todos los señalamientos y sostiene que ha sido víctima de una política de deportaciones errónea.
Durante la audiencia del viernes, el imputado se declaró no culpable de los cargos y permanecerá bajo custodia federal mientras se desarrolla el proceso judicial. En caso de ser declarado culpable, podría enfrentar condena en prisión antes de ser deportado nuevamente a El Salvador, según indicaron fuentes del Departamento de Justicia.
El caso de Ábrego se ha convertido en un ejemplo emblemático de los conflictos legales surgidos entre políticas migratorias estrictas y las decisiones del poder judicial durante el mandato de Trump.
Con información de Afp/ APLA