Se espera que Yoon sea interrogado nuevamente este jueves mientras los investigadores preparan una solicitud para extender su detención.
KOREA DEL SUR: El expresidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha sido trasladado este miércoles a un centro de detención después de ser arrestado en su residencia oficial.
Su detención se produce en el contexto de una investigación que lo involucra en presuntos actos de insurrección y abuso de poder relacionados con la controvertida declaración de la ley marcial el pasado diciembre, informó Europa Press.
La oficina anticorrupción del país informó que el interrogatorio al que fue sometido Yoon finalizó horas después de su arresto, alrededor de las 9:40 p.m., hora local. Sin embargo, el exmandatario se negó a responder las preguntas sobre la declaración que desató una fuerte respuesta militar en la capital y generó una crisis política significativa. Tras diez horas de interrogatorio en Gwacheon, fue escoltado al Centro de Detención ubicado en Uiwang, a unos 22 kilómetros de Seúl.
Se espera que Yoon sea interrogado nuevamente este jueves mientras los investigadores preparan una solicitud para extender su detención. Con este arresto, Yoon se convierte en el primer presidente surcoreano en enfrentar tal situación legal, quedando a la espera del pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre su destitución.
En un video grabado tras su arresto, Yoon expresó que decidió presentarse ante las autoridades para evitar “un derramamiento de sangre”, aunque considera que la investigación es “ilegal”. Defendió su decisión de declarar la ley marcial como un “ejercicio legítimo” de autoridad presidencial destinado a advertir al principal partido opositor durante lo que él describe como una “crisis nacional”.
A diferencia del primer intento fallido de arresto, esta vez no hubo resistencia activa por parte del personal del Servicio de Seguridad Presidencial. Un agente anticorrupción comentó que “hoy prácticamente no hubo enfrentamientos físicos”, lo que indica un cambio notable en la dinámica entre las fuerzas del orden y el exmandatario.