ESTADOS UNIDOS: La reciente incautación de un buque petrolero cerca de las costas de Venezuela por parte de la Guardia Costera de Estados Unidos, con apoyo del Departamento de Defensa, ha intensificado la campaña de presión de Washington sobre el régimen de Nicolás Maduro. El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, reafirmó la continuidad de las operaciones para bloquear el comercio de petróleo sancionado, en el marco de una estrategia que busca restringir los recursos de la dictadura chavista y combatir el financiamiento de actividades ilícitas en la región.
“El presidente Trump ha sido claro: el bloqueo de los petroleros sancionados que salen de Venezuela o se dirigen a ese país seguirá en pleno vigor hasta que la empresa criminal de Maduro devuelva todos los activos estadounidenses robados”, señaló el ministro de Guerra en sus redes sociales
La operación, realizada antes del amanecer del 20 de diciembre, consistió en la detención de un petrolero que había atracado por última vez en Venezuela. Según declaraciones oficiales, la acción formó parte de la Operación Lanza del Sur, una iniciativa conjunta entre el Departamento de Defensa y la Guardia Costera estadounidense orientada a desmantelar redes criminales en el Caribe. Imágenes difundidas muestran un helicóptero sobrevolando la cubierta de un gran buque en alta mar, aunque las autoridades no han revelado la identidad de la embarcación ni han confirmado si se encontraba bajo sanciones estadounidenses.
Kristi Noem, jefa de Seguridad Nacional de Estados Unidos, subrayó la determinación de su país para frenar el tráfico de petróleo sancionado, considerado una fuente de financiamiento para el narcoterrorismo en la región. “Los Estados Unidos seguirán persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región. Los encontraremos y los detendremos”, afirmó Noem en un mensaje oficial.
La funcionaria agradeció la labor de los efectivos involucrados y reiteró que el bloqueo a los petroleros vinculados al régimen de Venezuela se mantendrá hasta que el gobierno de Maduro devuelva los activos estadounidenses que, según Washington, han sido apropiados de manera ilícita.

