LA HABANA, CUBA: Un apagón masivo dejó sin servicio eléctrico a cinco provincias del este de Cuba la noche del domingo, profundizando una crisis energética que mantiene a millones de cubanos con apenas tres horas de electricidad diarias y con cortes cada vez más prolongados.
Según informó la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), la interrupción se originó por el disparo de una línea de alta tensión de 220 kilovoltios en la región oriental, lo que provocó la desconexión total en Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. La empresa indicó que investiga las causas exactas y trabaja en la reposición del servicio, aunque no ofreció plazos para la normalización.
La situación golpeó con mayor fuerza a Santiago de Cuba, segunda ciudad más poblada del país. Muchos residentes ni siquiera notaron el apagón en un primer momento porque ya estaban bajo largos periodos sin electricidad.
“Ya estábamos en apagón, así que nos enteramos de la avería por las redes. A ver ahora cuándo la ponen”, relató Javier García, ingeniero local.
En Holguín, la escasez de suministro mantiene la vida doméstica reducida a unas pocas horas de luz. “Tenemos tres horas en el día y tres en la noche. En esas horas hay que correr a cocinar, cargar equipos y hacer todo.
Si no llega la luz, no puedes hacer nada”, explicó Maritza Saldívar, ama de casa. Señaló además que la falta de gas y el alto costo del carbón agravan la crisis de los hogares más vulnerables.
Infraestructura colapsada
Expertos atribuyen la crisis al deterioro de una infraestructura basada en ocho termoeléctricas obsoletas y grupos electrógenos dependientes de combustibles fósiles, cada vez más escasos. La antigüedad de las instalaciones, la falta de mantenimiento y el limitado acceso a divisas han generado un estado crónico de infrafinanciación en el sector.
El pronóstico diario de la UNE refleja la magnitud del problema: el lunes se estimó una capacidad de 1.810 megavatios frente a una demanda de 3.450, lo que representa un déficit de 1.640 megavatios y obliga a un racionamiento severo. En la práctica, las afectaciones suelen superar las cifras oficiales.
Actualmente, de las 20 unidades termoeléctricas, siete están fuera de servicio y 34 centrales de generación distribuida permanecen paralizadas por falta de diésel y fueloil. “El apagón afecta el ánimo de todos. El calor es insoportable y la rutina diaria se convierte en una carrera contra el tiempo”, lamentó Saldívar desde Holguín.
Energías renovables insuficientes
El gobierno cubano ha apostado por la instalación de parques fotovoltaicos financiados mayoritariamente por inversiones chinas. Hasta ahora se han completado 28 de los 52 previstos para este año, pero no han logrado compensar el creciente desbalance entre oferta y demanda.
Incluso en La Habana, donde los cortes solían ser menos frecuentes, este verano se registraron apagones de hasta 10 horas en algunos barrios.
Apagones recurrentes
Desde octubre de 2024, Cuba ha enfrentado al menos cuatro apagones nacionales de gran escala, algunos prolongados durante varios días, algo que no se veía en décadas. En provincias como Santiago de Cuba y Holguín, los cortes superan las 20 horas diarias, mientras que en la capital se han extendido más allá de las diez horas en una sola jornada.
La precariedad del sistema eléctrico obliga a millones de cubanos a reorganizar su vida cotidiana bajo la incertidumbre de no saber cuándo regresará la luz