SAN FRANCISCO,EE,UU(APLA)El Oracle Park de San Francisco será el escenario de un esperado reencuentro: los Medias Rojas de Boston se verán las caras con su antiguo cañonero, Rafael Devers, en una serie que promete emociones fuertes tanto en el terreno como fuera de él.
No ha pasado mucho desde que Devers, conocido como “Carita”, fue traspasado sorpresivamente a los Gigantes. Hoy, sus excompañeros, su antiguo mánager y la gerencia de los Red Sox tendrán que mirarlo al otro lado del diamante.
Los abridores para este primer juego serán los derechos Hunter Dobbins (4-1, 3.74 ERA) por Boston y Hayden Birdsong (3-1, 2.79 ERA) por San Francisco. Ninguno de los dos ha enfrentado antes a su rival actual.
CBS Sports destaca la paradoja de este juego, el primero entre dos equipos que solo habían hablado por teléfono este año, hasta el impactante traspaso de Devers.
La transacción que llevó a Devers a la Costa Oeste sacudió al mundo del béisbol. El dominicano fue enviado a los Gigantes tras meses de tensión con la directiva de los Medias Rojas, quienes preferían utilizarlo como bateador designado o primera base, algo que Devers rechazó enérgicamente.
“Al aceptar el papel de bateador designado para su nuevo equipo, Devers tuvo tres hits en tres juegos contra los Cleveland Guardians en su primera serie con los Giants, pero no conectó jonrones y solo tuvo una carrera impulsada”.
El mánager Bob Melvin reveló que los Gigantes ya preparan a Devers para jugar en primera base, lo cual podría concretarse en esta misma serie contra Boston.
El analista Jeff Passan de ESPN detalló el trasfondo de la ruptura entre Devers y la franquicia que lo vio crecer.
“Lo que comenzó en los entrenamientos de primavera como una mala gestión, que podía ser reparada, del futuro de Devers —y de su ego— por parte de los Medias Rojas, se convirtió en algo demasiado familiar para la organización.”
La tensión se acumuló hasta que el director de operaciones de béisbol, Craig Breslow, tomó la decisión final, según Passan: “Craig Breslow… ejerció de machete. La directiva de los Medias Rojas… perdió la fe y dio luz verde al acuerdo”.
Devers se convirtió en el último miembro del equipo campeón de 2018 en abandonar la organización. Firmado por Boston a los 16 años, su historia con los Red Sox culminó 12 años después con un palmarés de tres participaciones en el All-Star y un contrato de 313,5 millones de dólares.
“Cuando se supo la noticia, los aficionados de los Medias Rojas no la creyeron. No querían creerla. Estaba sucediendo. Otra vez.”
El paquete recibido por Boston —Kyle Harrison, Jordan Hicks, James Tibbs III y José Bello— fue considerado insuficiente por muchos, en comparación con el valor de Devers. Passan lo comparó con el traspaso de Mookie Betts en 2020.
“Era muy similar al decepcionante retorno del canje… que envió al futuro miembro del Salón de la Fama, Mookie Betts… a los Dodgers de Los Ángeles.”
“Ochenta y seis años de fracaso previos a su victoria en la Serie Mundial de 2004 habían endurecido tanto a los aficionados de los Red Sox como a la organización…”
Passan concluye que, pese a los títulos recientes, la disfunción sigue siendo parte del ADN de los Medias Rojas. Las salidas polémicas de figuras como Betts y ahora Devers reflejan un patrón en la gestión del equipo.