ESTADOS UNIDOS: Pascal Siakam y Tyrese Haliburton se aseguraron de que los Indiana Pacers brindaran a sus aficionados una celebración que esperaron 25 años para volver a ver.
Siakam anotó 31 puntos y Haliburton 11 de sus 21 puntos en el último cuarto, guiando a los Pacers a una victoria de 125-108 sobre los New York Knicks el sábado por la noche, para ganar la serie por 4-2 y su primer viaje a las Finales de la NBA desde el año 2000.
Es apenas la segunda vez en la historia de la franquicia que jugarán por el campeonato. La serie comienza el jueves en Oklahoma City.
«Pascal y Tyrese nos pusieron a prueba y se aseguraron de que no perdiéramos», dijo el entrenador Rick Carlisle al público vestido de oro que se puso de pie durante los últimos minutos y la fiesta posterior al partido. «Pero nuestro trabajo acaba de comenzar».
Siakam ganó el Trofeo Larry Bird como el Jugador Más Valioso de las Finales de la Conferencia Este. Bird es el único otro entrenador que ha llevado a los Pacers a las Finales. Haliburton terminó con 13 asistencias y Obi Toppin añadió 18 puntos y seis rebotes contra su exequipo.
OG Anunoby lideró a los Knicks con 24 puntos. Karl-Anthony Towns anotó 22 puntos y 14 rebotes, mientras que Jalen Brunson añadió 19 puntos, mientras que la incesante presión de los Pacers obligó a Nueva York a cometer 17 pérdidas de balón.
«Hubo periodos en los que defendimos muy bien y periodos en los que no», dijo el entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau. «Creo que, una vez que lo analizas, ¿fue nuestra defensa? ¿O fueron nuestras pérdidas de balón? Creo que probablemente fue una combinación de ambas».
Sea cual sea la explicación, los Knicks vuelven a casa gracias a los Pacers. Nueva York no ha jugado la final desde 1999.
Fue una noche mágica en el Gainbridge Fieldhouse: desde el ambiente festivo previo al partido hasta la ovación entusiasta a los titulares al marcharse con 47.2 segundos para el final, y la entrega del Trofeo Bob Cousy de la Conferencia Este por parte de Reggie Miller al dueño de los Pacers, Herb Simon, en la última transmisión de la NBA de TNT. Miller fue uno de los analistas de la transmisión.
Aun así, fue un partido duro y físico que no siempre siguió el estilo preferido de los Pacers.
Ya fuera por Towns cojeando tras recibir una falta o por Haliburton sujetándose la mandíbula al lanzar un tiro que lo derribó, el tono se marcó desde el principio, y nunca cambió con tanto en juego.
Indiana finalmente rompió un partido reñido al abrir la segunda mitad con una racha de 9-0, y luego amplió su ventaja a 78-63 gracias a tres triples consecutivos: dos de Thomas Bryant y uno de Andrew Nembhard. La racha encendió al público, que incluía desde el mariscal de campo de los Colts, Anthony Richardson, hasta la estrella de la WNBA, Caitlin Clark, Timothee Chalamet y Kylie Jenner.
Pero cuando los Knicks respondieron con ocho goles consecutivos para reducir la diferencia a 78-71, los Pacers respondieron con otra racha de 9-0 para conseguir su mayor ventaja del partido, y los Knicks se vieron obligados a intentar recuperar el resto de la noche.
«No es momento de descorchar champán», dijo Carlisle, quien ganó el título en 2011 como entrenador de los Dallas Mavericks. «A estas alturas de la temporada, son dos equipos y un solo objetivo. Así que se convierte en una cuestión de todo o nada, y entendemos la magnitud del asunto».