• Vie. Dic 5th, 2025

Ciudadanos del GSD aseguran que artimañas políticas y empresariales “callan al pueblo

PorROBBY GABRIEL

Dic 4, 2025

SANTO DOMINGO:Algunos religiosos, dirigentes populares, izquierdistas y sociólogos que trabajan en los barrios del Gran Santo Domingo, concuerdan en que las organizaciones han sido debilitadas por la descoordinación y la infiltración de gobiernos, empresarios y entidades políticas, que inciden hasta en las elecciones de las juntas de vecinos.

Muchos sectores del Distrito Nacional y SDE actuaban como “frentes de combate” de males sociales, pero en la actualidad han sido callados por injerencia política.

Por el año 2010 el peso persistente de estas comunidadaes obligaba a los gobiernos a negociar para evitar protestas que tomaban las calles y paralizaban la docencia, las labores, el comercio.

Tras un reportaje de Panorama, mediante una entrevista el coordinador del Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), Milciades Gerardo, expresó que a sectores políticos y empresarios no les interesa que haya movimientos fuertes, capaces de arrancarles reivindicaciones, porque eso le da poder al pueblo y “nos quieren manejar a su antojo, sin que la gente adquiera conciencia”.

“El enfriamiento ha sido un proceso de años. En eso también ha jugado un papel importante, la proliferación de las iglesias, que venden los problemas como una prueba divina y no producto de inequidad”, afirma.

Explica que surgen el 14 de febrero de 1985, con el objetivo de coordinar los reclamos de los núcleos que convivían en los barrios y pueblos (clubes culturales y deportivos, juntas de vecinos, asociaciones de amas de casa, de campesinos, etc.) para demandar reivindicaciones.

Afirma que, pese al agotamiento de los colectivos, la entidad incide en muchas jurisdicciones, con énfasis en los barrios Capotillo, Los Tres Brazos y Simón Bolívar y en los pueblos Haina, San Francisco de Macorís, Santiago, Navarrete, Esperanza, Mao, Salcedo, Barahona, Neiba, Higüey.

“Las protestas en el Gran Santo Domingo son diarias, por agua potable, contra los apagones, y las altas tarifas eléctricas, contra los desalojos, por escuelas, hospitales. Lo que sucede es que son movimientos aislados y al no tener quién los coordine, la mayoría no son percibidos”, asegura Gerardo.

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