BRAZIL: Río de Janeiro amaneció este martes bajo fuego. Desde las primeras horas del día, helicópteros, blindados y drones de la Policía Militar irrumpieron en los complejos de Alemão y Penha, dos de las mayores favelas del norte carioca, en una ofensiva contra el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.
El balance al cierre de la jornada fue estremecedor con 64 muertos, entre ellos cuatro agentes, y más de 80 detenidos. La operación comenzó antes del amanecer con bloqueos vehiculares en las autopistas que rodean los complejos y el cierre de avenidas estratégicas.
Helicópteros sobrevolaron las favelas desde la noche anterior, mientras vehículos blindados rompían barricadas de neumáticos incendiados. Drones de vigilancia guiaron el avance de 2,500 agentes, quienes se desplegaron por las estrechas calles para capturar a los líderes criminales.
Las autoridades incautaron 42 fusiles de alto calibre y detuvieron a 81 personas, desplegando una treintena de vehículos blindados, dos helicópteros y diez vehículos de demolición.
El objetivo: capturar a “Doca”, líder del Comando Vermelho
El principal objetivo era Edgar Alves de Andrade, alias “Doca” o “Urso”, señalado como jefe regional del Comando Vermelho en el conjunto de favelas de Penha
Con más de un centenar de causas judiciales por homicidio, tráfico de drogas y tortura, “Doca” es considerado uno de los criminales más poderosos de Río. Las autoridades mantienen una recompensa de 100,000 reales (unos 17,500 dólares) por información que conduzca a su captura.
Un golpe histórico contra el crimen organizado
“El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, ha sido especialmente implacable en su política contra el Comando Vermelho. Este ataque fue el más letal contra grupos criminales en la historia de la ciudad”, dijo Chris Dalby, director del observatorio World of Crime, al medio Infobae.
Tres de las cuatro operaciones más letales han ocurrido durante su gestión, añadió.
El Comando Vermelho, fundado en 1979 en una prisión de Río, se ha transformado en una red criminal de alcance nacional, con presencia en decenas de estados y vínculos con redes internacionales de narcotráfico.
La población del norte de Río vivió escenas de guerra urbana: ráfagas de disparos, drones insurgentes, autobuses desviados y más de 200,000 personas afectadas por la interrupción de servicios públicos.
Las clases fueron suspendidas en 45 escuelas y 12 líneas de autobuses modificaron su recorrido. Los comercios permanecieron cerrados y el transporte público fue suspendido en varias zonas.
Con información de Infobae./APLA

