ESTADOS UNIDOS:El inesperado retiro del almirante Alvin Holsey, jefe de las operaciones militares de Estados Unidos en América Central y del Sur y figura clave en la vigilancia sobre Venezuela, sacudió este jueves al Pentágono.
Su salida anticipada, prevista para finales de año, ocurre en pleno aumento de las tensiones en la región y ha desatado alarma entre congresistas demócratas, que temen una creciente politización de las Fuerzas Armadas.
Medios estadounidenses además advierten que la dimisión tendría que ver con un desacuerdo respecto a las decisiones del presidente, Donald Trump, quien mantiene un amplio despliegue militar en el Caribe desde mitad de agosto.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció el jueves la renuncia de Holsey explicando que, luego de “37 años de servicio distinguido a nuestra nación”, decidía retirarse sin dar más detalles.
La agencia Reuters, citando a una fuente familiarizada con el asunto, informó que tras la retirada del encargado de la unidad responsable de las fuerzas que operan en América Central y del Sur, “hubo tensión entre el almirante Alvin Holsey y Hegseth por las operaciones en el Caribe”, señala Reuters.
De manera similar, el diario The New York Times informó que un funcionario estadounidense dijo que Holsey “había expresado su preocupación por la misión y los ataques a los presuntos barcos cargados de droga”.
Otras fuentes citadas por The Washington Post “afirmaron que Hegseth se había desencantado con Holsey y quería que dimitiera.
Y detallan: “El escrutinio comenzó hace un mes, aproximadamente al mismo tiempo que la administración Trump comenzó a ordenar ataques mortales contra supuestos barcos narcotraficantes frente a las costas de Venezuela”, según dijeron las fuentes en condición de anonimato.
Washington desplegó aviones de guerra furtivos y siete buques de la Armada en el mar Caribe destinados a la lucha antinarcóticos. Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo ataques contra al menos seis presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe, que dejan unos 27 muertos.
El último ataque ocurrido el jueves dejó varios supervivientes a bordo, según reportes de la agencia Reuters y las cadenas CBS, CNN y NBC, que citan a funcionarios estadounidenses.
Expertos cuestionan la legalidad de los ataques de Estados Unidos en aguas internacionales contra sospechosos que no han sido detenidos ni interrogados.
El senador de Rhode Island, Jack Reed, el demócrata de mayor rango en el Comité de Servicios Armados del Senado, dijo que la “inesperada” partida de Holsey “envía una señal alarmante de inestabilidad dentro de la cadena de mando”.
“Cualquier operación para intervenir militarmente en Venezuela, especialmente sin la autorización del Congreso, sería imprudente y peligrosa”, declaró Reed el jueves. “La renuncia del almirante Holsey solo acentúa mi preocupación de que esta administración esté ignorando las lecciones aprendidas con tanto esfuerzo en campañas militares estadounidenses anteriores y el consejo de nuestros combatientes más experimentados”.
¿Purga en las Fuerzas Armadas de EE. UU.?
Desde que comenzó su segundo mandato en la Casa Blanca en enero, el presidente Donald Trump ha realizado una purga de altos mandos militares. Entre ellos, el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Charles “CQ” Brown, a quien destituyó sin dar explicaciones en febrero.
Otros altos mandos destituidos este año incluyen a los jefes de la Armada y la Guardia Costera, el general que dirigía la Agencia de Seguridad Nacional, el subjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, un almirante de la Armada asignado a la Otán y tres principales asesores jurídicos militares.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha insistido en que el presidente simplemente está escogiendo los líderes que desea. Sin embargo, congresistas demócratas han expresado preocupaciones sobre la politización de las Fuerzas Armadas del país.