NAGUA: La noche del domingo se tornó trágica en el municipio El Factor de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez cuando un conflicto por un turno en un pica pollo terminó en un hecho violento que dejó tres personas sin existencia. El establecimiento, ubicado en la calle principal conocido por ser punto de encuentro de familias y estudiantes, se convirtió en escenario de una situación que ha conmocionado a la provincia.
Las primeras versiones recabadas por las autoridades indican que el incidente comenzó con una discusión aparentemente insignificante. Un reclamo relacionado con el orden de atención en el mostrador habría encendido los ánimos entre los presentes, lo que derivó en una confrontación que escaló de manera inesperada hasta alcanzar proporciones fatales.
En medio de la confusión, se vivieron escenas de dolor intenso. Una mujer, desesperada, lloraba sobre el cuerpo de uno de los jóvenes afectados mientras gritaba: “¡Ay mi muchacho, ay mi muchacho, me lo mat…! ¡Ay mi hijo, ay mi hijo!”. En videos difundidos por testigos, también se escucha: “¡Mi niña, mi niña! ¿Qué es esto? ¡Oh no, ay mi hijo, qué lo vencía, que no salía de este pueblo!”, reflejando el impacto humano y la desesperación de los familiares ante la tragedia.
Versiones preliminares indican que el grupo se había trasladado junto a otros allegados y que la confrontación habría surgido por un detalle tan cotidiano como el reclamo de un desayuno, lo que ha generado indignación entre los residentes por la desproporción del desenlace.
Tras el hecho, la Policía Nacional y representantes del Ministerio Público acudieron de inmediato al lugar. El área fue acordonada para preservar la evidencia, mientras se procedía al levantamiento de los cuerpos y a la recopilación de declaraciones de testigos.
Hasta el momento, las autoridades no han revelado la identidad de las víctimas, aunque adelantaron que en las próximas horas se ofrecerá un informe oficial con mayores precisiones sobre los afectados y los pasos a seguir en la investigación.
La noticia ha causado gran consternación en la población de Nagua y San Francisco de Macorís, que lamenta que un altercado de carácter trivial haya culminado con un desenlace tan trágico. Residentes coinciden en que estos hechos evidencian la necesidad de fortalecer la seguridad en lugares de alta concurrencia y de fomentar una cultura de resolución pacífica de conflictos.
El establecimiento donde ocurrió la tragedia permanece cerrado mientras se desarrolla la pesquisa oficial. En las calles aledañas, la conversación se centra en la pregunta que ha quedado en la mente de la comunidad: cómo un simple turno en un pica pollo pudo terminar con tres vidas truncadas y familias sumidas en el dolor