SANTIAGO DE LOS CABALLEROS: El periodista, cronista deportivo e historiador Luichy Sánchez, también accionista del equipo de béisbol Águilas Cibaeñas, denunció en un artículo titulado “De la gloria a la degradación” una crisis institucional que, según sus palabras, afecta profundamente a la dirección del conjunto cibaeño.
Sánchez, en su columna publicada en el periódico Listín Diario, relacionó el declive deportivo del equipo con una supuesta descomposición en la estructura de poder de la franquicia, perteneciente a la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom).
En el inicio del texto, Sánchez recuerda la época dorada del equipo, cuando las Águilas participaron en 14 series finales y ganaron 10 de ellas entre los torneos 1992-93 y 2007-08. Sin embargo, contrasta este éxito con el pobre desempeño de las últimas 17 temporadas (2008-09 / 2024-25), en las que solo han conseguido dos campeonatos.
Para explicar este supuesto deterioro, el cronista vincula el retroceso con una modificación estatutaria ocurrida a inicios de la década pasada, la cual, según él, permitió el tráfico de acciones y alteró el equilibrio institucional del club.
“Una modificación estatutaria a principios de la década pasada, para trasegar acciones, produjo la estocada que provocó la penetración de un ambiente de anticristo, donde se juntaron el odio, la mentira, la maldad, la desvergüenza, el engaño, así como todo lo adverso a la armonía y la eficacia”.
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Sánchez, quien fue suspendido en 2018 como comentarista y narrador de las transmisiones oficiales del equipo, amplió sus señalamientos contra actuales dirigentes.
“Al parecer, Sánchez y González visualizaron que en el fututo Águilas Cibaeñas adquiriría importante poder económico, pero nunca se imaginaron que se desataría entre herederos de acciones lo que hemos denominado la ‘orgía de apetencias’ vigente, creciendo durante más de dos décadas, especialmente con personas sin ningún arraigo beisbolístico, sin aportes a los éxitos del equipo, desconocedoras del funcionamiento del béisbol profesional dominicano y sus enlaces”.
PODER, INTERESES Y FIGURAS DECORATIVAS:
En otro de los pasajes más críticos, Sánchez denuncia que muchas personas buscan ingresar al Consejo Directivo de las Águilas por beneficios personales y no por amor al béisbol.
“Convirtiéndose sus integrantes en figuras decorativas, entorpecedoras y parasitarias, causando severos daños a la marca Águilas Cibaeñas, con muy escasas excepciones. Peor aún, con uno de sus decanos, experto en manejar sofismas, quien se ha pasado la vida causando perjuicio en las Águilas, siendo cabecilla de esa orquesta desentonada, sonsacando gente y dirigiendo conductas indebidas, en vez de ser guía y orientador. Parece que es su naturaleza.”
En la parte final de su artículo, el periodista describe un futuro poco prometedor para la organización, a pesar de la elección de nuevas autoridades en el corto plazo.
“En las condiciones actuales, con profunda raíz maligna y añeja, no importa quién salga presidente el próximo día 14, vemos que cualquiera sería lo mismo, a menos que se produzca un giro extraordinariamente inesperado y surja una especie de mago.”
Sánchez se desliga de los grupos de poder internos y asegura que su trayectoria en el equipo fue siempre de aporte, no de búsqueda de protagonismo.
“Nunca hemos sido ni seremos parte de mancuernas, las que han engendrado malestares irreparables a la institución. Nuestras labores, en sus primeros 24 años ejercidas sin ser accionista, siempre se circunscribieron a llevar y aportar, no a buscar ni ser parte del desorden. Mucho antes de nuestra salida, entendimos que nos habíamos convertido en una oveja blanca en un rebaño de ovejas negras. Nuestra salud primero”.