ROMA: El nuevo Papa León XIV, el primer norteamericano en ocupar el cargo más alto de la Iglesia Católica, tiene una historia con la República Dominicana. El abuelo materno, de acuerdo al rastreo de sus antecesores nació en Santo Domingo y se llamaba Joseph N Martínez.
La información está contenida en el registro de nacimiento de la madre del Pontífice, Mildred Agnes Martínez.
Robert Francis Prevost estuvo en el país en 2011, cuando era superior de los Agustinos. Durante su visita, estuvo en la Parroquia San Agustín en La Vega, donde recibió un reconocimiento por sus aportes a la iglesia y su trayectoria.
Según el obispo de la Diócesis Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, Monseñor Jesús Castro Marte, el nuevo papa pasó 13 años como superior y visitaba frecuentemente República Dominicana.

En 2011, recorrió a pie diversas comunidades como Palmarito, Barranca, Jamo y Licey, llevando un mensaje de fe, esperanza y servicio.
Sus orígenes
Su padre era Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y catequista. Su madre, Mildred Martínez, era bibliotecaria de procedencia española.
Nació en Chicago, Illinois, y tiene la nacionalidad peruana por naturalización. Es licenciado en Matemáticas por la Universidad de Villanova, cerca de Filadelfia, y se doctoró en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, ciudad que conoce a la perfección.
En Perú, donde llegó por primera vez a mediados de los años ochenta, fue misionero, párroco, profesor y obispo (entre 2015, tras su nombramiento por Francisco, y 2023). Su labor como misionero era muy valorada por su predecesor, el Papa Francisco. En el país andino, lo recuerdan como un sacerdote siempre dispuesto a visitar las comunidades más pobres.
La Regla de San Agustín, escrita en el siglo V, se basa en tres pilares: la vida en común, la búsqueda interior de Dios y la caridad fraterna. A diferencia de otras órdenes fundadas por una sola figura carismática, los agustinos surgieron por iniciativa eclesial, adoptando a San Agustín como guía espiritual y reconociendo en su regla un camino válido para la nueva forma de vida religiosa que se expandía en los siglos XII y XIII.