SANTO DOMINGO: En medio del dolor y la despedida final al icónico merenguero Rubby Pérez, su hermano Micaías Pérez ofreció un emotivo discurso que resonó entre los presentes en el Cementerio Puerta del Cielo.
Más que palabras de consuelo y homenaje a su hermano que falleció tras el desplome del techo de la discoteca Jet Set, donde la noche de este lunes amenizaba una fiesta, aprovechó el momento para alterar sobre la situación estructural del país.
“Esto que ocurrió es una advertencia. pienso como médico que nosotros no estamos preparados. Yo soy traumatólogo y sé las cosas que deben hacer. Nosotros como nación no estamos preparados para enfrentar lo que yo sé que viene. Aquí ocurre un terremoto y aquí va a haber problemas”, advirtió.
Recordó que el país está asentado sobre una falla tectónica y llamó a las autoridades a tomar acción.
“Estamos sobre una falla tectónica, esto que ocurrió es el principado para quien tenga que ver, haga lo que tiene que hacer”, alertó.
En su alocución, frente a féretro de su hermano, también arremetió contra el sistema político nacional: “Estamos cansados de muchas promesas, estamos cansados de políticos que vienen y que van y no vemos gente, hombres y mujeres probos, como dice la Biblia”.
Con una sombría profecía: “Va a volver a pasar. Escríbanlo: va a volver a pasar. Hoy somos nosotros que estamos llorando. Yo no quisiera ver que en la nación completa ocurra esto y ocurra lo que vimos allí. Que Dios nos guarde, que Dios nos bendiga”.
- La sociedad olvida
Las palabras de Pérez no solo reflejaron el duelo personal, sino una crítica directa a la indiferencia colectiva tanto de la sociedad como de las autoridades y a la cultura del olvido.
“La sociedad tiene a perder hombres valerosos, hombres que cambiaron el curso de la historia, pero la sociedad olvida. Mañana vamos a olvidar esto. Se va el luto, vamos a entrar en nuestro ambiente social. Algunos lloraremos por dos semanas, porque es la condición de vida”, expresó con voz firme Micaías, quien además es religioso.
Durante su intervención, llamó a la ciudadanía a sembrar cada día semillas de valor, de honra y de legado.
“Cuando usted se vaya y mencionen su nombre, sus herederos puedan decir: ‘ese fue mi papá, ese era mi amigo’”.