WASHINTON: Una jueza federal decidió bloquear la acción del gobierno de Donald Trump, que pretendía poner fin a un programa que permitía a cientos de miles de inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela vivir temporalmente en Estados Unidos.
La jueza Indira Talwani suspendió la orden que habría terminado el programa de permisos, cuya finalización estaba programada para finales de este mes. Esta decisión beneficia a más de medio millón de personas, principalmente inmigrantes de estos cuatro países, que podrían haber sido deportados en 30 días.
Un programa con un impacto legal significativo
El programa, conocido como CHNV, otorgaba permisos temporales a inmigrantes cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, permitiéndoles vivir y trabajar en Estados Unidos. Durante su duración, los beneficiarios debían encontrar otras vías legales para quedarse en el país, pero este programa ha sido central en la protección de estas personas mientras buscan opciones permanentes.
El gobierno de Trump había argumentado que la terminación del programa era legal y que, de no llevarse a cabo, podría causar daños al interés público. Sin embargo, los demandantes sostienen que la decisión era “sin precedentes” y que pondría en peligro el estatus legal de muchos inmigrantes.
Impacto político y legislativo
Aunque la medida ha sido respaldada por pocos republicanos, algunos representantes cubano-estadounidenses de Florida han pedido evitar la deportación de los venezolanos afectados. Además, varios legisladores demócratas han presentado un proyecto de ley para permitir que estos inmigrantes puedan convertirse en residentes permanentes legales, APLA